Dependencia emocional: Estos son los signos para reconocerla y los pasos para superarla

Ciudad de México.- Aunque el término dependencia emocional ha entrado en nuestro vocabulario habitual, en última instancia es bastante desconocido. Mezcla de falta de confianza y estima, la dependencia afectiva surge de una deficiencia afectiva cuyas raíces se sumergen en nuestra infancia.

¿Qué es la adicción emocional?

Hablamos de dependencia cuando, en una relación, nuestra autoestima depende totalmente de la mirada que el otro tiene sobre nosotros. Las relaciones de adicción suelen sufrir y rara vez se obtiene satisfacción. Se siente como si siempre hay que hacer más para despertar el interés de un cónyuge a menudo distante, no disponible.

Otra señal: incluso si cambias de pareja, este escenario parece querer repetirse. Además, es difícil poner fin a la relación. Primero porque realmente sentimos amor por nuestra pareja, y luego porque el miedo a la soledad es demasiado grande.

Sin embargo, ten cuidado de no confundir la dependencia afectiva con el apego. La necesidad de apego es natural, normal y saludable. No hay nada patológico en querer amar y ser amado. Las necesidades emocionales se encuentran entre las necesidades básicas. El apego es esencial para la salud mental y física.

Diferencias entre apego y dependencia.

En una relación con apego:

Los dos  comparten cariño y compromiso.

Ambos están disponibles y libres de ataduras.

Sentimos alegría y consuelo al tener una pareja en la que contar.

Compartimos metas, intereses, proyectos de vida que profundizan nuestra intimidad.

La relación nos ayuda a apreciarnos, a apreciar a nuestro cónyuge.

En dependencia afectiva:

Es incapaz de ser feliz estando solo.

Buscar constantemente complacer y ser el centro de atención de la pareja.

Es la ausencia de reciprocidad,  la fuente del sufrimiento.

¿Cómo se vuelve adicto emocionalmente?

La adicción emocional tiene sus raíces en la infancia. El niño que carece de reconocimiento, atención o que lucha con un padre frío o ausente desarrollará una sed de complacer a toda costa. Siente que sólo existe en la mirada del otro.

Otros factores también explican por qué una persona puede volverse dependiente de sus parejas: el miedo a la soledad, la falta de autoestima, el miedo al abandono y el complejo del salvador (se quiere resolver los problemas del otro y se descuida mirarse a sí mismo).

Si la adicción es dolorosa, tampoco es fácil ser objeto del afecto de un adicto emocional. Torpemente, por su insistencia, sus celos, el adicto le pide a su pareja que llene una gran deficiencia.

¿Cómo liberarse de la adicción emocional?

Como con cualquier adicción, hay que admitir que tenemos un problema. Hay que reconocer los patrones que caracterizan cada una de nuestras relaciones. Sobre todo, hay que darse cuenta de que la única persona que podemos cambiar somos nosotros. Todo esto requiere un buen trabajo de introspección y reflexión. 

Es muy probable que también te des cuenta de que su relación actual no puede continuar en sus bases actuales y en la dinámica de la dependencia emocional. 

Fuente: Todo para Ellas