Diferencias entre celos y posesividad en un noviazgo; aprende a distinguirlos

Ciudad de México.- Hoy hablaremos sobre la obsesión, este sentimiento que en ocasiones envenena muchas relaciones amorosas suele confundirse con los celos. Aunque ambos son una plaga en la vida de pareja y a veces crean una relación tóxica,  hay que saber distinguirlos. 

¿Qué es la posesividad?

La posesividad es un sentimiento natural. Se puede sentir cuando estás en una relación, enamorado y la relación es exclusiva. Es completamente normal tener miedo de que tu otra mitad mire hacia otro lado. Es legítimo sentirse un poco preocupado cuando hay rivales. 

Por otro lado, ser “demasiado posesivo” plantea un problema cuando su pareja ya no se siente bien con ella y con la relación. Esta posesividad extrema puede resultar en varios actos y gestos, en particular violencia y amenazas. Si tu cónyuge te impide ver a los amigos, te prohíbe estar en contacto con los compañeros, te pide que te vayas de la empresa, te espía, escucha las llamadas, hurga en el teléfono… Todas esas son señales de posesividad excesiva.  Este comportamiento es intrusivo y no necesariamente aceptable.

Celoso o posesivo: ¿Cuál es la diferencia?

Estar celoso significa que tienes miedo de perder a la persona que amas por un rival. Generalmente, los individuos que adoptan este comportamiento tienen temor al abandono. En cuanto a la posesividad, es muy diferente a los celos. En este caso, la persona "nos pertenece". Está "en nuestro poder". Por eso algunas personas no aceptan que el otro pueda trabajar o hacer actividades sin pedir su opinión. Estos individuos no soportan que no todo gire en torno a ellos.

¿Es posible volverse menos posesivo?

Hay que trabajar en uno mismo. Sin embargo, señala que este cambio de comportamiento puede ser difícil en algunos casos. Depende de la persona. Algunos individuos han crecido con una visión del mundo muy concreta. Por lo tanto, puede ser complicado modificar esta concepción. Por otro lado, es posible trabajar los celos y la mínima posesividad en terapia.

Fuente: Todo para Ellas