¿Cómo el jitomate puede desaparecer el acné de tu rostro? Así es como debes utilizar este remedio

Ciudad de México.- A  cualquier edad, el acné puede atacarnos. Es antiestético y, a menudo, doloroso. Esta enfermedad es causada por la obstrucción de folículos y glándulas. La buena noticia es que puedes combatir el acné sin tener que gastar mucho dinero ni someterte a tratamientos difíciles. ¡Incluso la situación de su problema se puede encontrar en tu huerto!

¿Sabías que los tomates pueden acudir a tu rescate?

 Esta fruta es rica en varias vitaminas, como las vitaminas A, C, E, K y B6. Estas vitaminas ayudan a reducir los poros y proporcionan los nutrientes que la piel tanto necesita. Además, la acidez del tomate puede ayudar a equilibrar los niveles de pH de la piel, lo que disminuye las posibilidades de aparición de sarpullido. Como beneficio adicional, esta fruta contiene ácido salicílico, un ingrediente presente en muchos tratamientos comerciales.

A continuación se muestran algunas formas de incorporar los tomates a su rutina de belleza.

1. Frotar el tomate sobre la piel.

La solución simple es a veces la mejor. Simplemente corta el tomate por la mitad y frótalo sobre las zonas afectadas de tu rostro. Masajea el jugo en tu piel y enjuaga.  Aunque no es el tratamiento más eficaz, funciona muy bien para erupciones menores y cuando solo tienes unos minutos para hacerlo.

2. Haz una mascarilla 

Si tienes un poco de tiempo, este método debería funcionar bien, incluso en casos de acné severo. Corta una X en la parte superior de un tomate. Luego coloca el tomate bajo agua tibia durante aproximadamente un minuto y quítale la piel (comenzando por las rodajas y tirando hacia abajo). Retira las semillas del tomate y tritura el resto de la fruta hasta obtener una pasta. Aplica esta pasta por todo el rostro y déjala reposar durante aproximadamente una hora antes de enjuagarla. También puedes agregar puré de pepino o yogur a la mezcla para reducir la acidez que puede ser dolorosa para las espinillas.

3. Jugo de tomate como limpiador

Si no quieres sentarte durante una hora con un tomate en la cara, prueba esta variante. Mezcla una cucharada (15 mililitros) de jugo de tomate con unas gotas de jugo de limón en un tazón pequeño. Aplica esta mezcla en las áreas afectadas de la piel y déjala reposar durante unos cinco minutos, luego lávala con agua tibia.

Nota: Recuerda que antes de untar cualquier producto sobre tu piel, debes de consultar la opinión de un dermatólogo de confianza. Asimismo, no olvides de realizar la prueba de alergia en una parte pequeña de la piel para corroborar que la mezcla no ocasiones reacciones negativas en tu cuerpo.

Fuente: Todo para Ellas