5 métodos para que tus sandalias se vuelvan más cómodas; evita heridas y dolor en los pies

Ciudad de México.- ¿Tus sandalias nuevas son incómodas, aunque no lo parecían en la tienda? No te preocupes, esto es completamente normal. Toma un tiempo para que tu pie se acostumbre al nuevo zapato y se sienta cómodo con él. Sin embargo, lo que puedes hacer para acelerar este proceso está explicado a continuación.

Usa cera de velas

Frota el jabón en las áreas donde las sandalias rozan los talones y los dedos de los pies. Esto estira el cuero y reduce la fricción entre el zapato y el pie. Haz este procedimiento por la noche, deja actuar y limpia con un paño húmedo por la mañana. Repite si es necesario. Recuerda que este método solo es apto para sandalias de piel.

Sumerge el calzado en agua

Nuevamente, este método solo es adecuado para sandalias de cuero. En ningún caso no lo pongas en práctica si tus sandalias tienen suela de corcho. Llena un balde con agua tibia a tibia. Ponte las sandalias que te resulten incómodas y sumérgelas en el agua. Espera unos segundos a que tus sandalias de cuero se mojen bien, luego sácalas del balde y sécate los pies y los zapatos. A continuación, camina un poco. El agua y la humedad suavizan el cuero y se amolda a tus pies mientras caminas. Si no quieres meter tus pies en un balde de agua, puedes usar una botella de spray y rociar las sandalias.

Consigue unas plantillas

Si descubres que la falta de soporte para el arco o amortiguación dificulta caminar cómodamente, compra plantillas especiales o almohadillas.  Si tus sandalias te resultan incómodas porque son un poco grandes, puedes colocar un sujetador de talón en la parte posterior de los zapatos. Están disponibles en diferentes materiales, como esponja, gamuza y goma.

Curitas

Pega una curita en el interior de su sandalia donde rozan tus pies. Te recomendamos que uses parches gruesos ya que los parches delgados pueden caerse rápidamente a lo largo del día. Otro truco que puedes probar es estirar las sandalias usándolas en casa con medias gruesas. Puede que esta no sea la opción ideal para el verano, pero acelerará el proceso de aflojar el zapato.

Compra tus zapatos en un horario específico

Adquiere sandalias nuevas en la segunda mitad del día. Tus pies son más pequeños cuando te despiertas por la mañana. Se hinchan a lo largo del día. Es mejor probarse sandalias nuevas al final de la tarde o al anochecer. Ello evitaría que compres zapatos en una talla incorrecta y que por ende te lastimen cuando decidas usarlos.

Fuente: Todo para Ellas