4 errores que cometes al maquillarte y que te hacen ver más grande

Ciudad de México.- Arrugas alrededor de los ojos, párpados caídos, piel seca... Después de los 50 años, algunos errores pueden acentuar los pequeños defectos relacionados con la edad. A continuación, explicamos cuáles son los hábitos que hay que prohibir.

A partir de los cincuenta, ya no podemos maquillarnos como a los 20 años. Con la aparición de las líneas finas y la modificación de la hidratación de la piel, es importante adaptar tu rutina de maquillaje. En esta punto hay que favorecer texturas ligeras que permiten intensificar la mirada, al tiempo que camuflan las imperfecciones y borran los signos de fatiga.

• No dejes pasar por alto la máscara de pestañas

Si hay una cosa que no debes olvidar, ¡es a ella! Con la edad, a veces las pestañas son menos tupidas y más claras. Coloca una o dos capas de máscara sobre las pestañas, estirando desde la raíz hasta la punta para alargarlas al máximo. Prefiere un tono marrón: menos fuerte que el negro, suaviza los rasgos faciales.

• Usar sombras de ojos demasiado claras

El uso de colores aburridos es uno de los errores más comunes. Por miedo, las mujeres a menudo prefieren los tonos pastel, o beige, champán o rosa claro... colores magníficos pero no siempre son los mejores después de los 50 años porque tienden a envejecer. Como la gravedad ha pasado por la piel, los párpados a veces se caen y los colores claros pueden enfatizarlos y pesar más. Es mejor apostar por tonos un poco más brillantes (púrpura, verde, etc.), “que dan vida” o por semitonos como el topo y el marrón.

• Aplicar sombras en polvo

Dado que la piel está más deshidratada y más marcada con la edad, la elección de la textura del maquillaje tiene su importancia. Las sombras en polvo tienen la mala costumbre de migrar a las líneas finas y evolucionar mal durante el día. Prefiere sombras cremosas y sedosas para aplicar con el dedo o con el bastoncillo de algodón. Estas texturas duran más, son más brillantes y más fáciles de aplicar. 

• Depilar demasiado las cejas

Las cejas estructuran la mirada, son ellas las que le dan toda su intensidad. ¡Incluso definen la expresión completa de la cara! Pero con el tiempo se vuelven menos densas. Evita a toda costa depilarlas demasiado o darles una forma demasiado redonda o demasiado arqueada. ¡No dudes en confiarlas a profesionales que sabrán cómo marcarlas sin masacrarlas! También tómate el tiempo para rediseñar la línea cada mañana con un lápiz o una sombra y un pincel muy fino. Rellena los agujeros y luego termina cepillando hacia arriba con un gel fijador.

Fuente: Todo para Ellas