Sal de dudas: Descubre qué tipo de cabello puede utilizar el champú sólido

Ciudad de México.- Usar champú sólido es LA tendencia. Este producto que puedes adquirir en una visita al supermercado o que puedes prepararlo en casa para comprar es cada vez más popular. Si no estás segura de probarlo sobre tu cabellera, aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre los champús sólidos, cómo elegirlos y, sobre todo, cómo utilizarlos correctamente.

Su primera ventaja es que no ocupa mucho espacio porque es compacto. En este sentido, es práctico cuando se viaja, especialmente en avión. El segundo punto positivo es que las pastillas de champú sólido son ecológicas. La mayoría viene sin empaque. Además, sus compuestos principales son los aceites esenciales. Finalmente, el último punto bueno del champú sólido es que se lleva bien con las carteras y rinde bastante. Se dice que una barra equivale a dos botellas de champú líquido.

¿Quién puede utilizar el champú sólido? La respuesta correcta es: ¡todas! Al igual que los champús líquidos normales, los champús sólidos también deben elegirse en función del tipo de cabello. Tanto si tienes el pelo seco, encrespado o fino, encontrarás lo que buscas en las numerosas fórmulas disponibles.

¿Cómo utilizo mi champú sólido? Puedes aplicarlo directamente sobre el cuero cabelludo siempre que tengas el cabello húmedo o mojado. Pero si lo prefieres, también puede frotar la pastilla entre las manos y después masajear el cuero cabelludo como lo harías con un champú clásico. Al final de su uso, recuerda poner el champú sólido en una cajita prevista para ello, de lo contrario se secará.

Si has decidido aventurarte y preparar tu champú sólido en casa, aquí tenemos una receta que te fascinará. No pienses ni por un momento que crearlo será una tarea compleja. 

¿Qué se necesita? 

-Una hoja de aloe vera

-Una ramita fresca de romero

-Medio kilo de jabón de glicerina, picado o rallado

-Dos cucharadas de jugo de limón

-Dos cucharadas de aceite de almendras

-150 ml de agua mineral

Paso a paso:

-Quítale la piel a la penca de aloe vera. Tritura la pulpa con una ramita de romero. Vierte un poco de agua mineral hasta obtener una consistencia similar al gel.

- Pon a calentar la mezcla en baño maría y cuando todo esté caliente, incorpora el jabón de glicerina. Espera a que los ingredientes se fundan. Una vez logrado, suma el jugo de limón y el aceite de almendras. Revuelve. 

- Deposita el jabón en moldes y déjalo endurecer. 

Deja endurecer el jabón en el molde y ponle una tapa de papel parafinado para que no se le pegue nada de polvo.

Fuente: Todo para ellas