¿Quieres cultivar menta? Sigue estos consejos de jardineros profesionales para cuidarla en tu jardín

Ciudad de México.- Cultivar menta en macetas es una forma fantástica de disfrutar de esta hierba aromática, incluso si tienes poco espacio en tu cocina o jardín. Al proporcionar el cuidado adecuado, puedes cultivar una planta floreciente en un recipiente que agrega un fascinante sabor fresco y una fina fragancia a tus creaciones culinarias. ¿Qué debes saber sobre las necesidades de esta planta para cultivarla con éxito? 

La menta, con su refrescante aroma y sus variados usos culinarios, es una de las hierbas favoritas de los jardineros y dueños de casa. Ya sea que tengas una pequeña área verde o simplemente quieras tener esta maravillosa hierba al alcance de la mano, cultivar menta en macetas puede ser un esfuerzo gratificante. ¿Pero se siente bien en macetas? Está comprobado que la planta es apta para la jardinería en macetas y, con el cuidado adecuado, puede deleitar una cosecha duradera de esta hierba aromática cerca de usted desde el alféizar de la ventana de la cocina o el patio.

Cultivo de menta 

Cultivar menta a partir de esquejes es un enfoque rápido y eficiente para reproducir esta hierba en interiores. Comienza eligiendo una planta sólida y bien desarrollada. Corta un tallo de 10 a 15 centímetro justo debajo de un nudo (donde salen las hojas y las ramas). Luego corta las hojas inferiores para establecer los nudos. Remoja el corte en un vaso de agua y asegúrate de que los nudos estén sumergidos, mientras que las hojas permanecen por encima del agua. Después de eso, mantén el vaso en un lugar brillante, pero no expuesto a la luz directa del sol, y vierte agua nueva cada cuatro o cinco días. Cuando las raíces hayan alcanzado una longevidad de cinco centímetros, es hora de mover el esqueje a un recipiente con tierra bien drenada. 

¿Cómo se cuida una planta de menta en maceta?

• Luz indirecta y brillante: la menta prospera con la luz del sol, pero no debe ser directa, pero sí lo suficientemente brillante. Cuando la cultives en casa, debes encontrar un lugar para tu maceta junto a una ventana que mire hacia el sur donde tu planta pueda tener al menos 4 a 6 horas de luz todos los días. En caso de que lo cultives en el jardín, asegúrate de que esté iluminado por el sol por la mañana y sombreado después de las 13 en punto, para no permitir que el calor del verano queme sus hojas.
• Riego frecuente: Elegir una maceta con buenos agujeros y una mezcla de tierra que drene bien es la solución adecuada para la planta. A la hierba le gusta una humedad constante en el suelo, aunque no encharcada. Riégalo cuando la capa superior del suelo parezca seca. Tenga cuidado de no verter mucho del líquido, para escapar de la pudrición de la raíz.
• Poda las puntas: Hacerlo de vez en cuando es importante para que tu planta esté tupida, y evitar que se vuelva larguirucha. Corta las puntas de los tallos para impulsar el proceso de ramificación y el crecimiento grueso. Además de esto, cuando recoge hojas con regularidad, el resultado es aumentar el nuevo crecimiento y promover la vitalidad de la planta.

Fuente: Todo para Ellas