¿Qué criterios usar para clasificar sus residuos? ¿Qué fruta no se debe poner en el compost?

Ciudad de México.- Fiel a la causa zero waste, crees que dejar la basura a un lado es una forma de evitar los fertilizantes químicos. Tienes razón en parte. ¿Por qué? Porque hay muchas cosas que sí tienes que tirar al cubo de los desechos y no en el compostador. ¿Qué criterios debe utilizar para clasificar los residuos? ¿Qué fruta no se debe poner en el compost y por qué? ¡Te aclaramos todo al respecto!

¿El alimento conserva su valor nutricional después de su uso? ¿Tienen las plantas las mismas necesidades que nosotros? En general, ¿por qué compost? ¿Te has hecho estas preguntas después de comer un plátano o pelar una naranja? ¿Dónde poner las pieles de cebolla y las cáscaras de los huevos rotos para tu tortilla? Si hay tanto desperdicio de comida  (pasta, verduras, carne, leche, pan, arroz) que no se debe compostar, entonces, ¿qué fruta no se debe poner en el compost? 

Primero, reduce la cantidad de tus desechos orgánicos. En segundo lugar, regresan al suelo para enriquecerlo y fertiliza tus plantas. En tercer lugar, este carácter cíclico es bueno para el medio ambiente. Bueno, para que no se vea perturbado y comprometido, hay que saber clasificar correctamente los residuos y no cometer errores comunes. Reduce tu huella de carbono a través del compostaje es un compromiso con la ciudadanía y la sostenibilidad.

Los residuos deben dividirse en tres categorías o fuentes: de la cocina y el jardín, así como residuos no alimentarios. Hay que especificarlo porque en cada grupo hay los que son aceptados y los que deben ir al centro de reciclaje. Entre los residuos de cocina hay que compostar: cáscaras de frutas y verduras, pero qué fruta no poner en el compost. Las comidas sobrantes se toleran si representan costras de queso, pan duro y alimentos vencidos. Deben evitarse las carnes, los aceites, las conchas y los huesos.

Casi cualquier tipo de fruta y verdura se puede añadir a tu compostador, aunque algunas son más cómodas en función de sus diferentes tiempos de descomposición. Al descomponerse gracias al oxígeno, los microorganismos y el agua, los residuos domésticos se transforman en abono natural rico en nutrientes: nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, zinc, etc. Los residuos se someten a un proceso biológico que se conoce como fermentación. 

• Las cáscaras de limón y naranja, los productos de tomate y los alimentos en escabeche pueden alterar la composición beneficiosa de su compost.
• ¿El melón va en el compost? ¡Absolutamente! Excepto que recomendamos cortar la piel en trozos más pequeños para acelerar la fermentación.
• Las frutas podridas no pueden dañar las plantas. Puedes agregarlas al compost, enterrarlas o convertirlas en fertilizante líquido presionándolos.
• Para concluir, evita los cítricos por su acidez.