Fácil y rápido: 2 formas en las que puedes limpiar las cortinas sin quitarlas de la ventana

Ciudad de México.- Las cortinas, a menudo olvidadas, también deben limpiarse regularmente. Descubre cómo hacerlo de la forma más óptima posible.

Colgadas de las ventanas para protegernos y ocultarnos de la luz del día, o en el escote de una puerta para separar en dos una habitación, las cortinas son elementos casi imprescindibles en nuestros hogares . Pero, ¿sabemos siquiera cómo mantenerlos en buen estado? Estas telas recogen fácilmente el polvo. Descubre cómo limpiarlas de forma eficaz, sin dañarlas ni arrugarlas.

¿Cómo limpiar tus cortinas sin quitarlas?

La forma más fácil de limpiarlas sin desengancharlas es simplemente aspirarlas. Aspira toda la longitud una vez por semana para eliminar cualquier rastro de polvo que pueda haberse alojado en los pliegues de la tela. Para una limpieza más profunda, también puedes optar por el vapor. El limpiador a vapor tiene el poder de desalojar el polvo, limpiar la tela, alisarla y revivir los colores que posiblemente hayan sido empañados por el sol. 

Incluso si les quitas el polvo regularmente, llega un momento en que tus cortinas necesitarán pasar por la lavadora para una limpieza a fondo. Pero ten en cuenta que no todas las cortinas van a la lavadora. Según el material en el que estén fabricadas resistirán más o menos bien un ciclo de lavado. 

Si son demasiado frágiles será mejor llevarlas a la tintorería y si son de materiales plásticos, lavar con agua y jabón es suficiente. Generalmente, el algodón y el poliéster se pueden lavar a máquina sin ningún problema. En caso de duda, revisa las etiquetas antes de enrollarlas en una bola y echarlas al tambor de la lavadora. También ten cuidado de quitar los ganchos de metal o plástico cuando desabroches las cortinas. Podrían dañar la máquina o rasgar la tela durante el lavado. 

¿Cómo secar tus cortinas?

Es mejor evitar la secadora de gas para cortinas, especialmente cuando se trata de materiales finos y frágiles como el lino. No pierdas ni un segundo y cuélgalas en algún lugar donde haya viento. Se secan mucho más fácilmente extendidas que dobladas por la mitad en un tendedero.

Fuente: Todo para Ellas