Cómo
3 formas de conservar por más tiempo las hierbas de olor; te explicamos el paso a paso
Conviértete una experta en la conservación de alimentos siguiendo los consejos que aquí te proponemosCiudad de México.- Te compartimos las mejores técnicas para conservar el sabor y aroma de las hierbas, frágiles por naturaleza, durante el mayor tiempo posible.
**Refrigeración:
¿Para qué hierbas? ¡Todas aquellos cuyas hojas son tiernas y delicadas! Estas son precisamente los que más se utilizan en la cocina: perejil , albahaca , cebollino , eneldo , menta. A continuación, te compartimos tres técnicas distintas para almacenarlas. Antes de iniciar cualquiera de ellas, tendrás que eliminar las ramitas u hojas dañadas.
La más rápida: Coloca las hierbas en una pequeña bolsa de plástico y séllala. Luego, deposítala en el cajón para verduras, asegurándote de que no quede aplastada por alimentos pesados.
La más complicada: Humedece ligeramente un cuadrado de papel absorbente con una botella con atomizador, envuelve los tallos de las hierbas y mételos en una bolsa de plástico. Se adapta bien a la albahaca, el eneldo y el cilantro , que son más frágiles que los demás.
La más duradera: Corta el extremo de los tallos para refrescarlos y ponlos en un frasco con agua. Guárdalo en la puerta del refrigerador. Es bueno saber que es muy posible mezclar hierbas en el mismo recipiente.
**Congelación:
¿Para qué hierbas? Cualquier cosa que puedas guardar en el refrigerador pero que se vuelva costosa o difícil de encontrar fuera de temporada.
Primero, pasa las hierbas por agua muy fría y sécalas con papel absorbente. Retira los tallos más duros y mézclalos con un poco de aceite de oliva para obtener un puré espeso y cremoso. Congélalas en una bandeja de cubitos de hielo. ¿No quieres añadir aceite? Limpia las hierbas de la misma manera y luego enróllalas. Lo siguiente será envolverlas firmemente en un cuadrado de film. Cierra los extremos y átalos.
**Secado:
¿Para qué hierbas? Todas aquellos de tallo leñoso y hojas algo duras como el tomillo, el romero, el laurel, la ajedrea o el orégano.
Recógelas preferiblemente por la mañana y si es posible antes de que florezcan, serán más ricas en aceite esencial y por lo tanto más fuertes en sabor. Agítelas para quitarles el polvo o enróllalas en un paño húmedo, pero evite lavarlos. Átalos en un ramo y cuélguelas boca abajo en una habitación bastante cálida y bien ventilada. Después de una semana, las hojas se vuelven quebradizas.
Fuente: Todo para Ellas