No más toallas rasposas: Tips de lavandería para que queden esponjosas y suaves

Ciudad de México.- En Todo para Ellas nos encantan los consejos de lavandería. ¿Hay algo mejor que dejar la ropa limpísima? Una vez más, volvemos con más tips. Esta vez nos centraremos en las toallas que con el tiempo se van desgastando y, en consecuencia, se vuelven ásperas. En este punto, la suavidad que tanto las caracterizaba pasa a ser sólo un recuerdo. Pero nada está perdido ¡Todavía puedes salvarlas! Aquí te decimos cómo. 

Antes de pasar a los truquillos, viene bien recordarte todo lo que no debes hacer al tratar las toallas para evitar que se deterioren con rapidez. Primero, ten en cuenta no mezclarlas con ningún otro tipo de prendas (ni de color, ni obscura, ni blanca, ni ropa interior). No las planches y tampoco las introduzcas en la secadora de gas. El motivo es evidente: el calor envejece las fibras. Tampoco abuses del detergente, el exceso jugará en tu contra. 

Por otra parte, modérate en la carga. Es cierto que hay que ahorrar agua, pero al depositar una gran cantidad de piezas en la lavadora interferirá en el correcto lavado y dañará el aparato. Cuando sea el momento de tender las toallas, hazlo en la sombra, puesto que el sol las resecará. Opta por un espacio aireado ¡Quedarán muy esponjosas! Sin más que añadir, abordemos los métodos de lavado.

1.- Vinagre y limón.

El vinagre ha demostrado ser el perfecto aliado en la limpieza del hogar. Así que si todavía no tienes una botella en casa ¿Qué esperas para adquirirla? Te salvará en más de una ocasión. La mezcla de ambos ingredientes no sólo dejará tus toallas suavecitas, también retirará cualquier mal olor impregnado en ellas. Primero, haz un prelavado con agua fría y añade un chorrito de limón y vinagre. A continuación, lávalas como habitualmente lo haces. 

2.- Amoniaco, limón y vinagre.

El amoniaco impide que los detergentes se adhieran a los tejidos, en tanto que el vinagre evita que las sales minerales se acumulen en las toallas. Lava las toallas con agua fría y después ponlas a remojar en vinagre durante 20 minutos. Al final, enciende un ciclo de lavado con amoniaco y jugo de limón. Al salir de la lavadora, sacúdelas y tiéndelas en la sombra. 

Fuente: Todo para Ellas