Protege los rosales del frío invernal; te contamos cómo hacerlo

Ciudad de México.- Aunque las rosas son bastante resistentes al frío invernal, la protección es necesaria para la mayoría de las variedades de jardín. El alcance de la protección depende del tipo de arbusto y su ubicación. El objetivo principal es mantener las plantas en buen estado, especialmente las coronas y las partes inferiores de los tallos. 

El daño se debe al hecho de que los tejidos de la planta a veces se congelan y a veces se descongelan, por lo que nuestro objetivo como cultivadores de rosas es minimizar este fenómeno. Entonces, ¿Cómo proteges las rosas de las heladas en invierno? ¡Aquí están los consejos de los expertos sobre este tema!

En general, los expertos recomiendan preparar las rosas para el invierno tan pronto como las temperaturas comiencen a bajar significativamente. Lo principal es evitar que los arbustos estén expuestos a un clima que oscila entre las heladas y el calor. El frío o el calor constantes son inofensivos para las plantas, pero los cambios repetidos de temperatura pueden destruirlos. Lo ideal es esperar hasta mediados o finales de noviembre o principios de diciembre, después de que hayan caído las hojas.

¿Cómo cubrir un rosal?

Es recomendable cortar los tallos extremadamente largos para evitar que sean azotados por los vientos invernales. Por otra parte, te sugerimos poner el práctica el hiling, que consiste en usar una pala para apilar tierra alrededor de la base de las plantas. Usa una barrera para mantener la forma del montículo y aislar los arbustos.

Poda las rosas en otoño, de modo que los tallos tengan entre 25 y 38 cm de altura. Coloca la barrera alrededor de los tallos en la base de cada uno de sus rosales. Luego, mezcla partes iguales de tierra y mantillo de madera. Asegúrate de que el montículo de tierra tenga una altura de 20-30 cm. Una vez que haya pasado el peligro del invierno, extiende la tierra uniformemente alrededor de la base de las rosas. Otra forma es agrupar las rosas. Para hacer esto, ata dos o tres tallos a la vez con hilo de algodón. Luego envuelve toda la bota con arpillera o tela similar.

Fuente: Todo para Ellas