Fumiga con incienso: Te decimos cómo puedes hacerlo en casa

Ciudad de México.- La fumigación es una práctica tradicional de quemar plantas en su hogar. Se eligen según sus propiedades, generalmente para purificar el ambiente.

El uso de plantas en lugar de incienso no pretende perfumar el ambiente, sino purificarlo. Por lo tanto, se prefieren las variedades medicinales con propiedades antibacterianas. Por razones prácticas, elegimos plantas que se sequen bastante rápido, sin que se desmoronen.

Fumigación: ¿qué plantas elegir?

La planta más común en la fumigación es la salvia blanca ( Salvia apiana ), apreciada por los celtas y utilizada con frecuencia en Europa durante las grandes epidemias. Reconocido por sus propiedades purificantes, purifica el ambiente sin perfumarlo. Se puede añadir romero, tonificante, o lavanda, calmante. Además de las plantas secas, puedes recurrir a la madera de cade, que tiene la particularidad de ser depurativa y calmante. El cedro tiene las mismas propiedades, pero con una fragancia más pronunciada.

Cómo hacer palos de plantas

Para hacer sus propios palos de fumigación, escoja plantas frescas. La fumigación debe hacerse con plantas sin tratar . Procura que no estén húmedos y haz pequeños manojos, preferiblemente cortando las hebras del mismo largo. Ate una cuerda en la base, luego enrolle las plantas para que el paquete quede apretado. Deje secar de cuatro a seis semanas.

Fumigación de plantas: ¿qué precauciones tomar?

Comience siempre abriendo la ventana para ventilar el espacio durante la combustión. Prepare un recipiente grande resistente al calor (como una cazuela de barro), luego encienda su manojo de plantas o corteza. Si es necesario, sople suavemente para que el fuego se encienda, luego deje que las plantas se consuman.

No se recomienda la fumigación en presencia de niños pequeños y mascotas. Las plantas producen un humo denso, especialmente la salvia. Después de una fumigación, limpie con un paño húmedo para quitar el polvo y trapee el piso.

Fuente: Todo para Ellas