No, los huevos no se guardan en el refrigerador; descubre el porqué

Ciudad de México.- Revueltos, duros, fritos, en omelette o tibios. ¡La cocina no puede prescindir de los huevos! Es importante saber cómo conservarlos en buen estado. 

¿Deberías guardar tus huevos en el refrigerador o no?

Sí y no. El principal riesgo proviene de la salmonella contenida en los productos de origen animal y en particular en los huevos. Cuando la gallina pone, cubre el huevo con una película protectora. Es por esto que nunca debe lavarse, de lo contrario será permeable a todas las bacterias. En Estados Unidos es obligatorio conservarlos en el refrigerador porque los huevos se lavan antes de venderlos.

Si quieres imitar a los americanos, ten cuidado al sacarlos del aparato, ya que el cascarón puede ser vulnerable debido al ubicación y temperatura, aumentando así la presencia de gérmenes. Esta es la razón por la que mantener los huevos fríos es controvertido.

Para mantener los huevos en las mejores condiciones, debes seguir algunas reglas esenciales como mantenerlos alejados de la humedad, la luz y el aire. Ponlos en un recipiente cubierto con una capa gruesa de periódico. Serán inmunes a los cambios de temperatura. Si deseas guardarlos en el frigorífico, instálalos con la punta hacia abajo. Aléjalos de frutas, carnes, pescados para evitar la transmisión de olores.

¿Cómo almacenar claras o yemas de huevo?

Las yemas crudas se pueden conservar en el frigorífico durante uno o dos días (¡cuidado, no más!) en un molde protegido con film transparente. También puedes congelar las yemas y guardarlas hasta por cuatro meses. Para evitar que la yema se gelifique, agregue 0.5 g de sal o siete gramos de azúcar. Colocar las yemas en un recipiente y envolver. Marca el frasco con la fecha, el número de yemas y el conservante (sal o azúcar). Para descongelarlos y usarlos en recetas dulces o saladas, colócalos en el refrigerador o bajo el chorro de agua fría. Y no olvides que no se pueden volver a congelar.

Para las claras, es posible mantenlas crudas por cinco días en el refrigerador en un recipiente hermético. Si vas a meterlas al congelador, bátelas ligeramente. Luego ponlas en una bolsa sellada.

Fuente: Todo para Ellas